I
KINDER
“- ¿Por dónde empezamos hoy, Don Roberto?
-
¡Por
la Bolsa!”
De la película PURASANGRE de Luis Ospina.
Diálogo entre la enfermera Florencia y Don Roberto Hurtado.
Mi
primer recuerdo de Colombia es un estandarte banderín que había colocado mi
padre en la sala de estar de la casa, el lugar donde solía ver de madrugada los
capítulos de la Dimensión Desconocida. El poster banderín era una referencia
directa a los juegos panamericanos de Cali, 1971. En el póster se veía una
pelota de baloncesto entrando a una cesta sobre fondo blanco como de satén o
muselina, como de esas telas con las que cubrían a los cadáveres antes de
tomarle la foto en la urna el primer día del rito velatorio. 20 años después,
mientras veíamos la bonita inauguración de los juegos panamericanos de Cuba por
el canal 2 – año 1991 – llegaría nuestra primera nevera propia comprada a crédito
con el salario de profesor de mi padre. La cara de mi madre era radiante,
plena, como la luna llena. Recuerdo el olor a nuevo del plástico de esa nevera
de dos puertas: no teníamos para llenarla, pero la teníamos. No sé porqué la
felicidad de esos dos era contagiosa. Quizás porque la nevera que teníamos era
la primera nevera que le compró mi abuelo materno a mi abuela materna. Sí,
funcionaba, incluso con todas las fisuritas en la goma de la puerta que dejaban
colar chiripitas. Recuerdo que esa nevera vieja fue la que me hizo comprender
aquella canción de Alí Primera llamada La Patria Buena, esa misma que se usó en
la campaña de un tal José Vicente. Aún, en cierto modo, se conserva esa nevera
grandota de dos puertas. Sólo que ahora la nevera – 29 años después – se ha
quemado totalmente por los apagones post Chávez. Recuerdo que le decíamos Plaza
Venezuela. Sólo pude comprender que se le llamaba así cuando vi encendida por
primera vez la fuente de esa plaza - pura agua y luz - una noche de
inauguración de cierto canal caraqueño – Ávila TV – durante un concierto de
Manu Chao. Ya no recuerdo que año. Aún Chávez vivía. Es que sólo fui una vez a
Caracas en mi infancia: a visitar el Museo de los Niños, experiencia para mi
aún inolvidable. Siempre quise volver a estudiar allí. Como tiempo después
quise cursar en la Universidad Simón Bolívar estudios de Física, impulso y
curiosidad que comenzó con aquella esfera electrostática que había en ese
museo, caro recuerdo de mi infancia. Coño, otra vez sin electricidad. Pausa
forzada al texto. Lentamente – por una vía distinta – Venezuela se va
convirtiendo en Colombia, La Grande. Vuelve el proyecto de gran nación – por
irónico que parezca – signado, nuevamente, por la fatalidad violenta que se
cierne sobre todos nosotros. Diáspora familiar hacia Ecuador y Perú. La Patria
rota. Descosida. La muerte, el miedo, trazando una ruta común: la intimidación
espiritual. En palabras de cierto rojo rojito: “¿Cómo han permitido que
lleguemos a este punto de deterioro y fragilidad de la Patria? ¿Cómo sus armas
apoyan el atropello contra el pueblo, la entrega de nuestro petróleo, de
nuestros recursos minerales? ¿Cómo es posible que con sus armas se mate a
nuestros indígenas, se los desplace de sus tierras para entregar el oro,
destruir el ambiente en el Arco Minero? ¿Por qué permiten la entrega del
petróleo de la Faja Petrolífera del Orinoco, del gas de la Patria, la
destrucción de PDVSA? ¿Por qué permiten que se entregue la soberanía sobre el
Esequibo? ¿Cómo es posible que, en sus propias narices, actúen grupos
paramilitares o parapoliciales que asesinen y repriman a Venezolanos, en los
barrios, en las calles de las ciudades? ¿Por qué se vuelve a atropellar a los
campesinos, a los pobres, como reclama el campesino del cometa rojo?”(1). Como
diría el finado artista plástico Lorenzo Jaramillo: “Esto es como el cuento de la
rubia esa diciendo tonterías”. La novela del barrio junto a los vecinos
y todo con música de Satié dibujando formas de pera. Meneando la cabeza.
Pero ¿por
qué se me viene Cali a la memoria? Ante la pregunta, ya de por sí
artificiosamente capciosa, me respondo con otra pregunta, a falta de un
interlocutor en esta noche solitaria austeriana: ¿Qué hacía yo en esos años?
¿Qué decía la tele? Ah, si! Recuerdo un indulto. Se presumía un culpable: Maria
Auxiliadora Jara, secretaria privada de Carlos Andrés Pérez en los años de Betancourt,
luego con Leoni y después la primera presidencia de Caldera. Se mantendría en
esos despachos hasta la presidencia de Lusinchi
cuando fue retirada por Blanca Ibáñez.
Volvería con el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez y se quedaría con el
interino Ramón J. Velásquez. Las
noticias de esos años hablan de un Fermin Mármol León, para entonces Ministro
del Interior – célebre comisario autor de aquel bestseller utilizado por
Chalbaud para cocinar mariscos - peloteando la culpa a la María. Según el hijo
del interino, el gocho del 88 ordenó que se archivara. Se habla de una
manopelúa que deja a todos inocentes: secretaria, director de la cárcel, presidente.
Órdenes de superior jerárquico pero nadie dice cuál. La última vaina que echaba
el gocho antes de hacerse de maletas e irse del país, rumoreaba la calle. Hasta
Casa Militar solicitó considerar el indulto. ¿Se recuerda, lector, si es que me
sigue? ¿Ah, no lo sabe? Revise un poco esos convulsionados años 90. Larry Tovar
Acuña, ligado al cartel de Cali. ¿O era de Medellín? Fermín Mármol León debía
firmar un decreto para la publicación del indulto en gaceta. No hubo boleta de
excarcelación. En el mismo orden de ideas: La oleada de niples que se detona de
manera accidental en centros comerciales porque una bomba casera siempre se
hizo para estallar siguiendo la moda unabomber en EUA, apagones por problemas
en el Guri - Carabobo, Bolívar, Lara y Zulia sin luz por 5 horas -, irregularidades
en el caso de El Amparo lleva a la condena de 7 años a un indeterminado número
de meses puesto que ya nadie quiere hacer la corte marcial a los implicados
porque la Corte Suprema de Justicia anuló la sentencia marcial, atentado en Cutufí
- próximo a San Fernando de Apure - deja 4 heridos, 250 mil millones de
bolívares y el antejuicio de mérito, un lote de armas robadas en extraños
sucesos fueron encontradas en posesión de miembros de La Causa R en una acción
dizque según ordenada por Hugo Chávez Frías un 01 de marzo de 1992 - más de 100
fusiles FAL de fabricación belga junto a un número no determinado de subametralladoras
UZI -, Álvarez Bracamonte – “delator” implicado - es retenido con aspecto
punketo recluido con sus compañeros del MBR en el cuartel San Carlos. “¿Cuándo
a un teniente se le ha dado la sede de la corte marcial para una rueda de
prensa?”, declaraba Aristóbulo Istúriz, entonces alcalde de Caracas. Durante
esos años de La Corte de Cayayo se hablaba que el país quiere paz y democracia y
de los intensos esfuerzos del presidente interino por llevar tranquilidad a los
venezolanos mientras se rumorea de una operación Lobo Gris - un autogolpe
institucional auspiciado en el extranjero para derrocar a Andrés Velásquez si
resultase ganador en las elecciones de ese año. Andrés Velásquez sí ganaría por
mayoría a Rafael Caldera pero fue enviado al tercer lugar, fraudulentamente
hablando, en las elecciones de menor participación en la historia, record ya superado,
primero el 20 de mayo de 2018 y luego en diciembre de ese mismo año. La
doctrina del Shock para otro ejercicio de memoria: allanamientos, persecuciones,
agavillamientos para garantizar la tranquilidad del pueblo venezolano. Es algo
absolutamente normal para un juzgado de sustanciación con las cuentas entre Carlos
Andrés Pérez y Cecilia Matos bastante claras. En sus propias palabras, las del
gocho aquel: “Esto es insólito y es un atropello porque yo soy senador vitalicio y
esto tiene una inmunidad que le corresponde. A quien se le ha elegido dos veces
presidente de esta república no se le puede someter a un vejamen de semejante
naturaleza. En el país se están socavando los derechos humanos y el estado de
derecho. Esto es una maniobra política. Se me ha negado absolutamente todo
derecho de defensa. No lograran sacarme de mi posición de equilibrio. No
lograrán jamás que yo me aparte de mi país. No lograrán jamás que yo de la
espalda a mis responsabilidades. Confío en que mi pueblo me está comprendiendo.
No soy ni jactancioso ni soberbio. Estoy profundamente dolido, profundamente
humillado. Estaré aquí para que se haga todo lo que se quiera hacer pero
conmigo mirando de frente. Como ese hombre que va de frente y da la cara.”(2)
Parece el jingle aquel de Sergio Pérez que decía: orgullosos de lo nuestro,
cuarenta años son historia, juntos podemos más porque yo sabía que lo que decía
no era verdad, porque yo sabía que era una falsa y nada más. La payola, ¿no?
Vainas poéticas, que dicen por ahí. Antonio Navarro Wolf, el representante de
la “izquierda” colombiana encarnada ya en el ala Liberal - luego del asesinato
de Jaramillo (UP) y Pizarro (M19), los virtuales ganadores de la contienda
electoral de ese fatídico año de 1990 - declara contra las autoridades venezolanas a raíz del
enfrentamiento fronterizo al que considera pote de humo electoral chiripero. De
nuevo, tensiones entre las dos naciones mientras la economía está paralizada en
el país - sin capacidad de compra por parte de los consumidores – y se metían
en el refrigerador a las privatizaciones con pérdidas de hasta 700 millones de
dólares. La negación de la negación que se convierte en afirmación de la
verdadera intención. Las predicciones: El precio del petróleo descenderá el año
1994, habrá menos ingresos al país y se incrementará la inflación entre 35 y 44
por ciento. ¿Qué decía la campaña electoral de ese año donde la abstención
alcanzó record histórico de 63% del padrón electoral? Las promesas: reducir
inflación, privatizar las empresas nacionales menos PDVSA y EDELCA
(electricidad), facilitar el acceso al crédito agrícola, reformar el islr,
adecuar el precio de los hidrocarburos, mejorar la vialidad agrícola, disminuir
el gasto público recortando ministerios, privatizar todo, sustituir gasolina
por gas en el parque automotor, pechar capitales venezolanos en el exterior,
nuevas negociaciones para la deuda pública y disminuir progresivamente el
subsidio a la gasolina para los sectores pudientes. Esa democracia donde se eligen
presidente, senadores, diputados por lista, uninominales, a la asamblea
legislativa… La bicameralidad. Hoy, mientras escribo estas líneas, me entero
que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reveló que la
producción venezolana de crudo se desplomó hasta 732 mil barriles promedio por
día en febrero de éste año. Oiga Vea.
Mi
primer recuerdo de Colombia: es un estandarte banderín de los Juegos
Panamericanos que había colocado mi padre en la sala de estar de la casa, el
lugar donde solía ver de madrugada los capítulos de la Dimensión Desconocida.
El equipo cubano le ganaría la medalla de oro a Colombia, la gran favorita, en
esos Panamericanos, el único evento deportivo realmente abierto al público
caleño. ¿Por qué? Días antes de la inauguración, unas protestas estudiantiles
derivaron en coñizas callejeras, incendios y saqueos: Previo a esto, varias
marchas prodemocratización universitaria – los estudiantes buscaban una mayor
participación paritaria en las decisiones de los consejos académicos de la
Universidad del Valle – terminaron con la muerte de uno de los marchantes en
circunstancias que involucraban al ejército. Esto generó un estallido social de
magnitudes inesperadas que dejó una gran cantidad de muertos y heridos,
llevando al gobierno nacional a declarar el estado de sitio: “El
26 de Febrero prendimos la ciudad de la Quince para arriba, la tropa en todas
partes, vi matar muchachos a bala, niñas a bolillo […]”(3). Rico. El
atravesado de Andrés Caicedo, director del cine club de Cali, inspira a un par
de conocidos inquietos cinéfilos a tomar una cámara prestada y registrar esos
Juegos Panamericanos desconcertantemente anunciados como paso al progreso que
se abría camino atropelladamente tras la demolición del acervo histórico
arquitectónico que pretendía tapar la coyuntura de insurgencia de la urbe del
pacífico colombiano. Los muchachos no pudieron entrar a los escenarios. Se
grabaron entonces las afueras donde la mayoría caleña se mantenía al margen de
toda la parafernalia deportiva. Cabe recordar que la ciudad crecía
informalmente por la inmigración consecuencia de la violencia en el campo. Por
todo esto, una generación de jóvenes caleños comenzaron a concentrarse
creativamente en torno a ese cine club. Los principales impulsores serían el
mismo Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Luis Ospina en Ciudad Solar, casa
cultural especie de comuna artística. Oiga vea! (1971), fue ese primer
trabajo documental que los reunió y se constituyó en la contraparte de la
versión oficial encargada por el gobierno. Un año después Mayolo y Ospina, se
llegaron a El Guabal, un barrio bien pobre donde se rodó el clímax de ese
trabajo audiovisual, y sobre una sábana extendida proyectaron su película a ese
pueblo retratado. En esas imágenes, el tren panamericano me recuerda hoy al
tren del fondo chino, el inmenso elefante rojo. ¿Quién ha visto a un elefante volar? Ya no hay ni luz en Plaza Venezuela.
II
AMIGO
“Heme tendido en esta cama; hace cuánto no lo sé, pues he perdido el
apetito y nunca duermo, y afuera hacen unos días oscuros y calientes, como si
la ciudad estuviera próxima a la peste; no veo que nada se mueva, a excepción
del viento y del polvo que trae el viento. Pero los árboles ni se mecen. El
empapelado de las paredes, tan desteñido, me recuerda antiguos veraneos. No
digo que no haya salido, pues recorrí las calles de esta ciudad que ya no
reconozco (…) Lo que pasa es que la última vez llegué a este cuarto (…) agitado
con tantos recuerdos, tan desordenados como dolorosos, o más bien: dolorosos
por lo desordenados, que creo que ahora ya no salgo, es un dolor de adentro que
no cesa; entonces me he impuesto la urgencia de encontrarles una sucesión, una
armonía, que no digamos justifique mi estado actual, pero que al menos
neutralice tanto potencial, tanta capacidad de herirme.”
Andrés Caicedo
MI CUERPO ES UNA CELDA
La
semana santa del 2019 en Cali deja un montón de heridos y muertos por
accidentes de tránsito. Mucho licor. Mucha droga. Mucha bohemia. Mucho
calabozo. Que viva la música. Que va mostrándose en la arquitectura de
una ciudad que ha sido parcialmente destruida por las fuerzas telúricas de la
naturaleza. Columnas agrietadas. Sansón ciego. No ve como la Dalila lo engaña.
La muy puta. El terror de sentir que nada tiene asidero que todo es menoscabo y
certidumbre de fin desde el principio, que nadie leerá ni una sola de estas
líneas por más que las haga públicas porque aquí en esta ciudad de mierda, pueblucho
de cuarta, nadie lee ya ni las noticias y lo único que se hace es recordar lo
pasado escuchando la música de cuando eramos chavos y bailábamos en las guerras
de minitecas de bachillerato con el yo sí puedo tener un laboratorio de
computación recogiendo tapitas y cajas de jabón colgate palmolive en esa misión
futuro y el prometido laboratorio de computación que nunca llegó. La changatronic
de las estrellas. ¡Yon Uuein! ¡Uhhh! ¡Edi Morfi! ¡Uhhhh! ¡MarilyMonrou! ¡Uhhh!
¡Marlon Brando! ¡Uhhh! ¡YeimsDin! ¡Uhhh! Los ladrillos apilados en alfaraure
mostrando las rectangulares estructuras del paso al progreso de donghia y
salcedo nadal que borraron toda la memoria de la arquitectura colonial. Sí, hijetumadre,
estoy escribiendo poesía que nunca tú leerás. Sí, tú… zorra. Que me quemabas la
piel con cera de vela derretida dándome esperanzas mientras te caroteabas a tu
novio, ese, el universitario que yo sabía que existía pero me esperaba porque
dizque confiaba en el poder del enamorado corazón que nunca supo ser
correspondido. ¿Te acordás, Joan? ¿Supiste alguna vez como te miraban estos
ojos? Gorda maxilenta casada que sigues hurgando en mis papeletas de anteayer…
¿Qué mierda querés saber? ¿Qué la que me cojo ahora es una versión renovada de
vos? Pues sabes que no. Esta es peor, triple de mentirosa e hijoeputa.
Imagíname poseso. Imagíname que me llamo Andrés. Todos ustedes burlándose de
cada una de mis lágrimas en la plaza, como antaño, creyendo que era imposible
sentir con tal intensidad y de ésta manera, todos ustedes, los que todo lo
supeditan a una flatulencia romántica de cuatro rosas en mis manos mientras me
acusan de homosexual y me señalan con mis dedos con los que nunca los atravesé
como los hace sucumbir esa mierda de bachata y vallenato de tercera que escuchan.
“Una ciudad sin pasado es una ciudad sin
memoria”. La demolición no es rentable. Lo rentable es la reutilización
de los recursos que se salvan de una demolición. O el cemento que bachaquearon
antes y ahora se agrega al presupuesto para embellecer un bulevar que se va
quedando sin gente porque ya todos se van. ¿Pasará lo mismo con este país?
Un
curso de Maestría puede ayudar a afinar habilidades pero a la larga será como
un taller de poesía: solamente van los que han escrito algo. A nadie se le
puede enseñar a convertirse en el hombrecito que miraba caer la lluvia por la
ventana y de pronto todo el mundo se hizo de noche y todo de una noche y él no
podía dormir de noche y comió y bostezó y fumó y se tiró debajo de un colchón
en el piso debajo de tres cobijas para esperar el sueño pero esa noche tampoco
pudo dormir y se levantó a picar de la nevera parte del cadáver de la novia
pero tampoco había nada que comer en la nevera porque ya se la habían comido
toda los zamuros. La diferencia de la creación artística con el resto de las
disciplinas es que en estas últimas es muy difícil que alguien se forme solo,
mientras que en el arte y la literatura es lo que casi siempre sucede. Andrés
Caicedo en esto fue un grande. Y todavía suena. Fíjese en la paráfrasis de
arriba. Cito algunas palabras del terrible infante colombiano, a sus 21 años de
edad (1972):
“De más está, pues, aseverar que, por
el doble carácter de arte y de industria altamente rentable que tiene el cine,
está ligado a una serie de aconteceres de orden político, y que tiene que ver,
en su funcionamiento, con las organizaciones políticas propiamente dichas. Esta
politización de la industria, por así decirlo, se ha agudizado en los últimos años,
cuando la decadencia del sistema capitalista ha obligado a investir a su
producto medio industrial, de toda una ideología dirigida, es decir,
apartándose cada vez más del “humanismo” e “imparcialidad” de que se jactaban
hacia los años cuarenta. Lo que comenzó siendo la distracción ideal para los
analfabetos, es hoy el arte de los analfabetos. (…)
Para evitar este malestar, se da, entonces la necesidad de una
organización política (partido):
a) En
la producción. Posibilidad de que el partido encargue o apoye un proyecto de
filmación. Caso sin precedentes en Colombia. Plena y riquísima realidad en
Cuba. Casos esporádicos en Bolivia (los primeros films de Sanjinés) y en
Argentina (La hora de los Hornos).
b) La
distribución y exhibición. El grupo de cineastas acuerda, con la organización,
sectores claves de población para la proyección de películas didácticas y
políticas. Una o dos proyecciones no significan nada. Es ideal un trabajo
previo, antropológico de la comunidad, y un contacto posterior, permanente, con
ella.
c) En
la crítica. La necesidad de que el dirigente y orientador político se informe
cinematográficamente. Muchas veces, la estructuración marxista de un espectador
no lo hace capaz de descubrir un film reaccionario, falsamente disfrazado,
cuando la simple información de las obras anteriores del director suplirían
todo un conocimiento. Desde este punto de vista, el dirigente político debe ser
muy cuidadoso de los films que recomienda, no vaya a ser que esté alabando una
película de buenos (comunistas) y malos (reaccionarios), distribuida por uno de
los grandes trust norteamericanos.”
Ver no
es la sonorización mental de lo visto. Filmar no es la representación gráfica
de lo visto. Filmar es un estadio
particular del desarrollo del lenguaje humano que instituye formas diferentes
de cultura que instalan al individuo en el círculo de la autodeterminación
histórica de la sociedad. Por tanto, VER lo filmado NO es un proceso meramente
fisiológico. VER lo filmado es un diálogo entre seres. Logos. Emoción. Gozo. No
es la aceptación sin más. Recibir sin examen. VER lo filmado contribuye a crear
vínculos entre cultura y conocimiento. En lo filmado está comprometida toda la
historia del sujeto humano, incluso cuando los elementos que constituyen esta
historia sean aún “invisibles” – por “desconocidos” - para todo el entorno
social. El filmar es querer dar algo que
no se tiene, a alguien que no lo quiere: El cinematógrafo es – en palabras de
Jean Luc Goddard - el oficial que se ocupa del espionaje. Veo con ironía el
aprendizaje de la técnica no riesgosa y todo lo que implica: el deseo de
encontrar los medios y modos de producir, la ambición irracional de todo lo
nuevo, el obligarse a trabajar siguiendo roles estrictos sin concebirse - al
filmar - con la integralidad de un ser creativo que resume en sí mismo todos
los aspectos de todas las demás formas de expresión artística, el uommo universale de un nuevo
renacimiento. Sea el cineasta un hombre ojo que rechaza la prefabricación de
los dramas, guiones, planificaciones. Sea el cineasta el hombre ojo en entrega
a la poesía de la creatividad, un ser consciente de la realidad total, el que
desacraliza la palabra para volverla presencia física pura. ¿Dónde nos formaremos? En las filmotecas que
fundaremos. ¿Dónde conseguiremos los focos? Iluminación Natural y recursos y
equipos ligeros. Antiguión. Reflexión progresiva (work in progress). ¿Qué
estudiaremos? Antropología, Etnología, Arte, Historia, Literatura.
Decía Luis Ospina, el Keith Richard del Grupo de Cali, en una entrevista hecha hace algunos años: “…me incline a hacerlo porque había leído a Vertov y pensaba que se podían hacer como él proponía, que era crear una ficción con materiales documentales, o crear una ilusión, con materiales encontrados que era una teoría surrealista de agarrar el objeto encontrado y presentarlo como una propuesta distinta... (…) Creo que mi verdadera vocación ha sido el documental. El cine de ficción, con toda la parafernalia técnica y sus altos costos, siempre ha sido para mí un estado de excepción, mientras que el documental es un estado de gracia.”(4) Porque el cineasta primero se piensa inmerso en la colectividad y después como individuo. Parafraseando las palabras de Patricio Guzmán: La objetividad no existe. Es un concepto inventado que no tiene nada que ver con la creatividad artística. Confía en tu imaginación. Realiza. La producción audiovisual consiste en dejar las ventanas abiertas. O en palabras de Werner Herzog: “…si ven algo en el horizonte que nadie más ve, y quieren compartirlo para que pase a formar parte de los sueños colectivos de todos, entonces tienen un motivo para no tener miedo.(…) Tienen que estar preparados para lo inesperado. Eso sólo se logra a través de la experiencia de vida. Quizás los que son religiosos tengan cierta fortaleza, porque pueden recurrir a un poder que está por detrás y por encima de ellos: dios. Pero como no soy religioso, no tengo a nadie. No hay consuelo, no hay nadie, y el dinero nunca resuelve ningún problema. Lo que resuelve los grandes problemas es la fe. La fe mueve montañas; no el dinero. Tienen que pensar lo impensable cuando empiezan una película. Piensen en todo lo que pueda salir mal. En general, cuando uno está filmando una película, todo sale mal. Estén preparados.”(5) El final del todo que comenzó por el fin: una subida en silla de ruedas. Pura sangre. O el amigo entrañable perdido en la maraña interior de todos los que le conocieron convertido en santo de sus muy peculiares devociones. El recuerdo del que no te puedes deshacer. La ausencia que hace al pasado presente, la ausencia que es siempre un ahora. O el cine como fuente de investigación. San Andrés de Caicedonia:
Decía Luis Ospina, el Keith Richard del Grupo de Cali, en una entrevista hecha hace algunos años: “…me incline a hacerlo porque había leído a Vertov y pensaba que se podían hacer como él proponía, que era crear una ficción con materiales documentales, o crear una ilusión, con materiales encontrados que era una teoría surrealista de agarrar el objeto encontrado y presentarlo como una propuesta distinta... (…) Creo que mi verdadera vocación ha sido el documental. El cine de ficción, con toda la parafernalia técnica y sus altos costos, siempre ha sido para mí un estado de excepción, mientras que el documental es un estado de gracia.”(4) Porque el cineasta primero se piensa inmerso en la colectividad y después como individuo. Parafraseando las palabras de Patricio Guzmán: La objetividad no existe. Es un concepto inventado que no tiene nada que ver con la creatividad artística. Confía en tu imaginación. Realiza. La producción audiovisual consiste en dejar las ventanas abiertas. O en palabras de Werner Herzog: “…si ven algo en el horizonte que nadie más ve, y quieren compartirlo para que pase a formar parte de los sueños colectivos de todos, entonces tienen un motivo para no tener miedo.(…) Tienen que estar preparados para lo inesperado. Eso sólo se logra a través de la experiencia de vida. Quizás los que son religiosos tengan cierta fortaleza, porque pueden recurrir a un poder que está por detrás y por encima de ellos: dios. Pero como no soy religioso, no tengo a nadie. No hay consuelo, no hay nadie, y el dinero nunca resuelve ningún problema. Lo que resuelve los grandes problemas es la fe. La fe mueve montañas; no el dinero. Tienen que pensar lo impensable cuando empiezan una película. Piensen en todo lo que pueda salir mal. En general, cuando uno está filmando una película, todo sale mal. Estén preparados.”(5) El final del todo que comenzó por el fin: una subida en silla de ruedas. Pura sangre. O el amigo entrañable perdido en la maraña interior de todos los que le conocieron convertido en santo de sus muy peculiares devociones. El recuerdo del que no te puedes deshacer. La ausencia que hace al pasado presente, la ausencia que es siempre un ahora. O el cine como fuente de investigación. San Andrés de Caicedonia:
“A un hombrecito le gusta el cine y
llega y funda un cine club, y lo primero que hace es programar un ciclo
larguísimo de películas de vampiros,… (…) Al principio hay mucha acogida y
todo, el teatro se llena. Pero semana tras semana va bajando la audiencia. (…)
Esa gente cómo le va a coger la onda a los vampiros, no falta por allí uno que
insulte al hombrecito del cineclub por estar exhibiendo cosas de estas cuando
los estudiantes luchan en las calles; gente que únicamente sueña de noche y que
siempre duerme bien y que al otro día se despiertan y pueden hablar de amor, de
papitas, de viaje, de política y cuando llegue la noche se ponen a soñar de lo
mismo que han hablado durante todo el día. (…) El hecho es que el sábado 25 de
septiembre de 1971, el hombrecito encontró, al ir a introducir el único film
del ciclo, que no había más que un espectador en la sala, allá detrás, en un
rincón, mitad luz y mitad sombra.
El hombrecito iba a comenzar a hablar
de la película que amaba tanto, pero el Conde se paró de su butaca y le sonrió,
y el hombrecito tuvo que bajar los ojos”.(Caicedo, A. (2009). Pp 707 /708).
Andrés
no hizo cine, aunque quiso. Escribió mucho teatro, mucho poema, mucho cuento,
mucha novela, mucho guion. Su intento cercano a la ficción cinematográfica se
basó en uno de sus cuentos: Angelita y Miguel Ángel. La
corealizaba con Carlos Mayolo, quien fuese su amigo. Actuó en ella. De policía.
¿Y qué hacía? Despertaba al protagonista – Miguel Ángel - para recordarle la
hora de la mañana a la que debía despertarse para llamar a la heroína –
Angelita -, la niña bien a la que el papá había dejado de despertar cada
amanecer porque dizque la mamá se enojaba con los besos y el manoseo que ya el
viejo no le daba a ella como conyugue. Haciendo cosas así, conquistó sin querer
a la que fuese esposa de Mayolo, Patricia, que cayó rendida a sus pies por su
introspección y timidez. De pertenecer a la clase media caleña encerrada en sus
casas de las urbanizaciones cerradas acomodadas, pasó a ser leyenda urbana en
las rumbas de los angelitos empantanados de los barrios a ritmo de salsa. Mucho
bullying, mucho mobbing. La escritura como venganza y bendición por usanza de
esos mismos pocos buenos amigos en los que él confiaba. Un día, decidió tomarse
60 seconales porque se cansó de soportar tanta mediocridad, tanta
incomprensión, tanta mierda. Mucho Werther caleño para el común. Como él mismo
decía: “Me parece que en este momento el libro, en sí, enfrenta dos serios
problemas, que son, creo yo, el alto costo de los libros y el tiempo que el
lector realmente ya no tiene para dedicarse y para sumirse en una lectura de 15
o 20 o 30 días. Pero ante todo la juventud se me hace que está optando es por
la música, porque para oír la música no se necesita de una aceptación, sino que
la puede oír en los buses, en las calles, a través de puertas abiertas en
radios prendidos.”(6) En palabras del recordado maestro, Freddy Sosa
Guerrero: “Ninguna obra de arte representa nada. Todo el arte es música”.
Vamos con más fútbol. Método austeriano. Las trazas de un cuaderno rojo en el
país de las últimas cosas. ¿A Mayolo no le quedó sino volarle la cabeza a un
pavo de cuello delgado y rojo y azul - porque ya no soportaba el clocqueo en la
memoria, los celos todavía por lo de Patricia y Utte y las indefiniciones de
ese no saber si era conservador o neoliberal o qué carajos – en aquella
película CARNE DE TU CARNE? Parafraseando sus palabras: Andrés nos dejó fue la jartera porque había visto que todos los sueños
bonitos que teníamos toda esa generación del mayo del 68 se convertirían en
esta vorágine de horror y violencia que vivimos a diario en este país tan
jodido. Nos dejó la eterna nostalgia. Desde el más allá que es más acá y
presente – la Caicedonia caleña de la que nadie pudo escapar – Andrés, colgado
jerrylewisianamente de un mangón le dice al querido amigo que lo filma en
contrapicado: “Cogé el mango, bajito, niño Miguel Ángel”. Y sí, fueron sus
pocos buenos amigos – Luis Ospina, Carlos Mayolo, Ramiro Arbeláez y,
posteriormente, Sandro Romero Rey que venía de tratarlo en teatro - los que se
encargaron de editar su inabarcable obra furiosa y tierna que en ediciones de
menos de 200 páginas leerían en el baño una generación de innumerables jóvenes
alrededor del mundo, tal como él mismo predijo en una entrevista. Memorias de
una cinesífilis con pedofilia literaria. Vainas nadaístas ahí. Y como Andrés
era tan raro. Tan raro.
III
PURA SANGRE
“Por acá han pasado cosas, digo, en esta
ciudad que uno
ha hecho tan famosa pero que casi todo
es mierda.”
Andrés Caicedo.
Carta a Luis Ospina.
La
universidad, como cualquier otra burocracia, no estimula la creatividad y
tiende a generar reglas inflexibles que deben seguirse para que el trabajo sea
válido. El Estado importa, lo que importa se lo da a los privados y los
privados hacen el sacrificio de empaquetar y vender. Consecuencias de un
cálculo perverso: quiebra del capitalismo burocrático de Estado que hace
inadecuado e inviable una propuesta productiva organizada con participación
directa de los trabajadores. La criptomoneda estatal petro se cotizó ya en
245.485,32 bolívares soberanos, de acuerdo a la tasa oficial del dólar fijado
por el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado
(Dicom), de Bs.S 4.113,36. El monto del petro como criptomoneda supera en
581,90% al valor que tiene como unidad contable, decretado en 36.000 bolívares,
la tasa con la cual se fija el salario mínimo venezolano, establecido en medio
petro (BsS. 18.000). Pero volviendo al tema, los incerpts en este texto – a
continuación – se toman de transmisiones de radio, televisión y artículos
periodísticos en el diario EL PUEBLO – del Partido Comunista Colombiano - del
año 1982, en Cali, Colombia. Los mismos fueron añadidos en la película
PURASANGRE (1982) de Luis Ospina. Es que
subieron la mota, también el alcohol, niña. Dígale a la familia que tengan la
bondad de ser felices:
INCERPT A –
FLORENCIA, LA ENFERMERA, LEE NOTICIAS A DON ROBERTO HURTADO
- La bolsa registró pequeñas
ganancias después de que las ventas tardías disminuyeran los avances
anteriores. Los analistas dijeron que fuerzas técnicas, más que algún suceso
específico, parecieron ser los factores por la baja de la tarde.
- Léame lo
de la azúcar y el café.
- La azúcar – para entrega futura
del contrato nacional – cerró con baja de 100 puntos en la loja local. Se
vendieron 262 lotes y para entrega inmediata no cotizó. Los analistas dijeron
que la escasez en el mercado del producto se debe a dos factores: el
acaparamiento y la exportación ilegal a países vecinos.
- Razón
tenía Bolívar en decir que éste (Nueva Granada) es un país de canallas.
- ¿Sigo con
lo del café?
- No! Más
bien póngame una película.”
Recitando
al director del filme: “Para mi Bolívar sigue siendo una persona
que vio muy claramente los problemas del país y es por medio del cual se puede
sentir todo el desencanto que puede experimentar un artista, un político, etc.
En Bolívar están sumadas todas las contradicciones que un intelectual puede
tener en este momento.” (7) Y es que la película que dejaría arruinado
a Ospina – lleno de autorreferenciales de la violencia caleña y colombiana en
general – describe el mecanismo del capitalismo que opera desgarrando pueblo.
La excusa es la descripción de la huelga de trabajadores de la caña que
trabajaban para el ingenio azucarero de Don Roberto Hurtado, símbolo inequívoco
de la terratenientada que vive de succionarle el alma a la masa obrera y
campesina del Valle del Cauca. Es un guiño a la utopía socialista cubana, esos
buenos ciclistas jornaleros de la caña de Fidel. Porque la terratenientada quema
toda la caña cuando los precios se van a la baja y el gremio gandolero acciona
con choferes desarmados para facilitar el contrabando de la azúcar robada a
Venezuela. Venga y le cuento, es que esos colombianos se la pasan de vivos.
¿Qué haríamos nosotros sin ellos? Tocaría tomarnos el café sin azúcar, Johnny
Guitar. Es tan común esto ya. Como los pendejos que vienen a casa a chulearse a
los viejos tomándose el café que no traen. Los subversivos de cafetín. La
izquierda de las tensiones creativas bolivianas. Mandibuleando con las cenizas
del Inti esparcidas en la Sierra para estimular las pesadillas del blanco del norte
que la quiere toda, ajeno sujeto mal leyendo todos los libros y trastocándolo
todo, convirtiendo la ciencia histórica del método dialéctico marxista en una
chaborrada de cuarta. Seguimos con la película, Florencia Nightingale…
INCERPT B –
FLORENCIA ESCUCHA LA RADIO MIENTRAS HACE TRAZAS DE SANGRE
-
“…lo que hace al tráfico de estupefacientes. Se calcula que la superficie
sembrada se acerca a las 60 mil hectáreas y el volumen de la cantidad producida
estaría entre las 70 y 50 mil hectáreas. Revela la investigación que la “otra”
economía genera reservas por los 674.2 millones de dólares”.
¡Qué hubo artista! ¿Le dolió…? Suena el click de foto a la niña bien inmaculada que va a
hacer la primera comunión para librarse del manoseo del papá que tanto gusta de
sangre joven. El cuento de caperucita porque en mi vida me volveré a desviar
del camino ni andar por el bosque cuando mi madre me lo prohíba. Porque hay que
tener en cuenta la versión original, el lobo devorando a la niña en carro rojo para
llevar sangre roja de crónica. Y es que a los niños ricos que escuchan el
cuento no les pasa nada cuando los gamines son las principales víctimas y “aquí
encerrado no corres ningún riesgo.” En la mesa se diferencia la sangre
que no sirve de la que sirve de izquierda a derecha intercambiada para provocar
el colapso de La Pulga, Don Roberto Hurtado, el Ciudadano Charles Foster Kane
tropical. Es que “el así llamado Tercer Mundo sufrió una oleada fuertemente reaccionaria
con las alzas en el precio del petróleo. De esta manera, los aires de libertad
de los años sesenta, la sindicalización, la libertad de expresión y de
asociación política fueron sistemáticamente negados.” (Álzate, G.
(1997) Arizona State University. Revista de estudios colombianos, No. 17, 1997.)
INCERPT C –
TRANSMISIÓN DE BABALÚ POR TELEVISION
ESCUCHADA POR MADRES DE NIÑOS BIEN
-
“¿Por qué cometió esos crímenes tan espantosos?
-
A todos los oyentes y al público en general. Digo categóricamente que
este pueblo ha abusado mucho de mí. No he tenido más que mugre y barro. Y todo
lo que he ambicionado es el poder. Todo lo tengo vendido, comprado, negociado.
Tengo un banco que ignoro qué clase de banco sea. Tal vez un banco de sangre.
No entro porque no me han invitado a entrar… Que me abre sus puertas pero que
tal vez por mi timidez o por mi falta de espíritu no entro.
-
¿Cuántos crímenes cometió?
-
Eso es cosa que no se puede calcular. Yo he sembrado muerte en todos los
rincones del país desde los 16 años. He llegado a recorrer todo el valle del Cauca hasta que se encuentra
hasta el último muñequito. Porque a mí me agrada recoger toda clase de cadáveres
impunes.
-
¿Y no siente remordimiento?
-
Yo no soy culpable de lo que hago. Debe ser por algo magnético o un
mandato de la divina providencia. O ha de ser que llevo el diablo adentro. Debo
manifestarles que el sistema del crimen no es que haya sido una profesión. Pero
si un arte para todo lo que llamamos el planeta tierra. Si yo he sembrado
muerte, esa muerte que les llevo aquí dentro, lo he hecho con la clase baja. No
con personas importantes. Niñitos así. Yo soy un individuo que tengo talento,
que tengo facilidades para cometer muchas atrocidades porque yo nací en el
reino del dios divino. En los calabozos de las comisarias. En los terrenos del
porvenir, en las calles sin placas, en una bolsa de papel – papel bolsa – más
allá de la vida y de la muerte. En los aires, en las iglesias.”
El
picnic en el rio que recuerda a la hongueada de los hermanos Lemos y Caicedo en
las riberas del río que atraviesa la ciudad. El chivo expiatorio en la tele
lleva franela roja porque los comunistas comen niños. Alucinado – sin los
incisivos superiores - mostrando el imaginario del vampiro con los colmillos
como única evidencia de haber poseído una dentadura. De Andrés decían tantas
cosas. Pero él nunca iba a las rumbas de sus amigos, las imaginaba, quería ser
aceptado, mas siempre se mantuvo al margen. Según la crítica literaria la
pregunta a formular es sobre cuánto fue la influencia perniciosa de Caicedo en
la juventud colombiana al ser vendido como un falso mito de empastillado,
alcohólico, mariguano y drogómano atormentado, cuando lo cierto es que se
trataba de un joven extremadamente culto, autodidacta, talentoso y
profundamente imaginativo, con una obra escrita durante 9 años, muy extensa,
desde que tenía 16 y que dejó en corpus perfecto a sus 25 años, muy a pesar de
las noches sin fortuna schuberianas: Andrés no se veía calvo llevando las
riendas del negocio que heredaría del padre, de haber sobrevivido a sí mismo. Pero
si se veía haciendo el pronóstico cual climatólogo porque la musa ex novia del
mejor amigo le acusa de hacer un show mediático o ardid publicitario - sobre su obra - con el suicidio. Por ello, el
desenlace de la trama urdida en una sátira de terror elaborada por Ospina,
entrañable amigo, que va de contar cómo un hijo - que contrató a los busca niños
para mantener con vida a un padre chupasangre que no se reconocía como opresor
parásito - dispara contra la tapa de sus sesos. Mal hecho. El tipejo sobrevive
a sus desmanes por hacerse del negocio de la caña de azúcar: mantenía vivo al
viejo por las firmas. Y al llevar flores al cementerio, ahí no más, se consigue
con que el pueblo ha hecho de un santo al hijoeputa padre, ese hijoemadre que
hurga migajas chupando del trabajo ajeno: Plusvalía ideológica como la de este
texto. Y es que se trata del bufón patriota… o como dice el poema: “…Y Colombia se hizo grande ahíta de
miserias. Y el Olimpo que levantamos, en alabanza para que tú reinaras, es una
barriada interminable. (…) Tu nombre es una coartada, un sucio billete que nada
vale, una plaza cualquiera repetida, una esquina. (…) una avenida sonora de tacones talla cuarenta y
seis.”(8) Esta película ha sido parcialmente financiada gracias a un
crédito especial de la compañía de fomento cinematográfico de Colombia,
FONCINE. Cualquier parecido de esta película con hechos y personajes de la vida
real es pura coincidencia. Rico. Andrés sonríe en el espejo a Luis diciendo: tuvieron que pasar 10 años para que
pudiésemos hacerla.
-
¿Y qué podría saber esa caraja lo que
significaba escribir al llamarme sarna, intensidad del valle? ¿Querés
embarazarte para que pueda criarte a los hijos que no son míos, zorra sin
corazón ni memoria? Vos me mataste, Patricita. Siento que la cabeza me estalla.
Y mi nota suicida ya hoy te resulta aburrida, como antaño. ¿No viste que yo
llevaba el horror por dentro? Recordáte Luis de mí porque después te tocó la
Lamassana. Mirá que nuestra hipótesis del caso es correcta.
Años
después, en el 2014, en una tarea de remoción de tierras para desarrollar un
conjunto residencial en donde quedaba la inmensa casa Aristizabal “Santa María
de los Farallones” – etimológicamente “lugar de robles o robledal” - los
buldozer dieron con los restos de 19 cuerpos, osamentas y ropas de niños y
mujeres. Esa casa operó como lugar de retiros espirituales, tenía 32
habitaciones individuales, 10 habitaciones múltiples y salones equipados con
tecnologías audiovisuales. Fue patrimonio arquitectónico de Cali. Adolfo
Aristizábal – o Don Roberto Hurtado, para los fines educativos de este texto,
alias “El Monstruo de los Mangones” - tiene hoy día panteón en el cementerio y
se le considera santo.
Hay
gente que no se reconoce ya porque los lugares referenciales han dejado de
existir. Incluso la primera ficción rodada en Colombia – María – se perdió para
siempre, quemada por un niño que la fue usando a pedacitos para hacer la
travesura a sus amiguitos. Para evitar que eso pasase de nuevo, Luis Ospina,
ese que se ganó el respeto del atravesado nerdie obsesivo cinéfilo porque había
visto tantas películas como él mismo, realizaría - años después de la crónica roja sobre el caso
Aristizábal, que lo dejaría casi en bancarrota - UNOS POCOS BUENOS AMIGOS
(1986). De ese modo pagaría la deuda moral de todas las afrentas y todas las
burlas. Con Andrés Caicedo como tema, reimpulsa y redirige toda su voluntad
creativa al rescate de la memoria, de su memoria. Antes de que la demuelan por
descuido. Siguiendo el ejemplo de Andrés Caicedo - que siempre hizo copia a
carbón de cada carta que en torno al cine escribió - se dedicaría no sólo a la
edición de las obras completas de su amigo, si no a cuidar de sus propias
andanzas y obras. También la obra de su pueblo. Es que la gallada caleña de Andrés
y sus amigos querían hacer de Ciudad Solar un lugar centro de operaciones en la
ciencia de la libertad donde cada hombre fuese un artista porque cada uno tiene
facultades creativas a perfeccionar en la continuidad arte-vida para perpetrar
el atentado cultural – poesía, por antonomasia - en libre circulación en las
conciencias porque toda ausencia es presente y permanencia. Luego de este
documental, vendría ANTONIO MARÍA VALENCIA: MÚSICA DE CÁMARA (1987). No podía
ser otro el tema: La Música. Vainas de las organizaciones acéfalas.
Antonio
María Valencia entendió muy joven que estudiar en el exterior era obligante si
no quería asfixiarse en Cali. Fue íntimo de Anaïs Nin – hermana de su mejor
amigo en esos años de París, Joaquín Nin - quien lo menciona en su diario. Regresa a Colombia abandonando la prometedora
carrera de concertista que alentaba su maestro Vincent D’Indy. Fue inspector
general de estudios y profesor de piano del Conservatorio Nacional, en Bogotá y
era tan bueno que despertó envidias y se ganó enemigos. Se mandó para Cali
pidiendo trabajo a Otto De Grieff en el ferrocarril y al llegar lo esperaban
para dirigir el Conservatorio. Era dulce de carácter, adicto a la morfina y
pesimista. Fue blanco de burlas e insultos aunque su trabajo formativo trajo la
fama cultural continental del Valle del Cauca en la década de los 40. Aró en El Mar
de Debussy con un claro de luna dedicado a esa hijita pelirroja
francesa de Claude – Chouchou muerta - en una suite propia de mascaradas y
fiestas galantes. Pocos saben de sus intensas 21 obras para piano. En carta a
su madre desde París decía: “¡Yo jamás pensaré en formar un hogar
nouveau, porque todos los que pudiera formar no valdrían un minuto de felicidad
al sentirme muy juntito a ti y oír tu voz, y mirarme en tus ojos!”. En
una edición de febrero del periodicucho El Gato se lee en un pie de foto: “Esta
es la célebre Orquesta Sinfónica Juvenil que toma parte en la película “Rapsodia de la Juventud”. Como ven los lectores, todos
son niños de 9 a 16 años. (¿Qué haría usted, maestro Valencia, con todos esos niños, tan buenos músicos y tan bonitos?)”. Marico viejo
duerme con la mae, dicen en mi barrio. En carta telegrama a Guillermo Valencia
– a quien honró con un Réquiem – escribía: “Constato dolorosamente tierra mía no comprende excelsas
virtudes Maestro de los Maestros.” El 21 de julio de 1952, hallándose solo en su casa, como
siempre, el Maestro Valencia se despertó con inmenso dolor que no paró hasta
matarlo. No se consiguió la morfina. El adiós a Cali, la diosa Khali, la
memoria demolida. Aquí nadie puede escuchar y conmoverse con un piano. Salas de
salones vacíos. Bochinche. No saben hacer sino es bochinche. Agúzate, coño, que
te están velando.
IV
OFICIO
“Qué bajo pero qué rico, no me importa servir
de chivo expiatorio.”
Andrés Caicedo
¡Que Viva La Música!
La
dialéctica marxista marciana de una trilogía hecha a pie, pelo a pelo y a la
carrera para ver si se descentraliza el lenguaje que le imponen al interior
desde la capital, esos acomplejados bogotanos que nos llaman calentanos desde
su dizque reposada Paris de América (LA TRILOGIA DE LOS OFICIOS, 1991). Así
como hay negro hay blanco, dice el bolero sosteniendo una botella del clarito
mientras le dice a la barrendera que ellos son los responsables reponseros del
aseo de la ciudad porque la alcaldía no se ocupa de nada ya. El aseo entra por
los pies y sale por la cabeza. La diferencia entre la vida y la muerte es tan
delgada como el filo de una navaja que circula por la cuarta internacional, la
avenida salsera de Cali, donde todo el mundo olvida las alianzas porque todos
andan tan parejo que el único que esta abajo es el lustrabota, oficio noble
para Ospina. Porque esta tarde vi llover vi gente correr y no estabas tú. Karen,
la novia de Luis se hace lustrar las botas por una mujer, bueno, las sandalias.
Patona la caraja: 46 como la concha de una tortuga y el borde grueso de un
bate. Quizás el documentalista la llevaba para que saliese del claustro
creativo o quizás fue ella la que lo sacó del apesadumbramiento en que se
hallaba al ver cómo lo que quedaba de su querida ciudad sucumbía en el olvido.
Quizás era otra vez el cuento del amigo aquel que se pasó por las bolas a todos
en el tiempo, reminiscencia del poema de Cabrera Infante: Ay José así no sé puede, ay José así
no sé, Ay jose así no, Ay jose así, Ay jose, Ay. ¿Se reduce la
literatura a la satisfacción de los deseos no consumados? I cant get no… Porque la
vida es una afirmación de lo que espera. Sexo, dicen ellas. Paint
it black. Lo que deja de esperar deja de vivir mientras la ciudad se
cae. ¿Y si al pasar al más allá termina siendo más acá porque seguís esperando?
Vi un lucero azul brillando, hermano, y no estabas tú. Un ave enamorada daba
besos a su amor y ya tú no mirabas. Angelita ¿Le resultabas aburrido a
ella y por eso se venía a hablar conmigo en el techo del edificio por las
noches esas en la que tú te ufanabas a otra y yo secaba sus lágrimas queriendo
besarla y me contenía porque ella era tu pareja y yo te la perdonaba? El aseo
entra por los pies y sale por la cabeza. She is a rainbow. Antes tantos
cortes divinos y ahora se dejan crecer el pelo hasta los hombres y en los
centros culturales ya no se pinta ni se talla si no que se recluta y se firma
contratos y se calla. La curva sinusoidal de la moda en la cabeza de la gente. I
stuck around St. Petersburg when I saw it was a time for a change… Porque las generaciones más chicas
buscan y hallan dónde la generación anterior se quedó por traición a sus
ideales. A veces, no te cortas el cabello no más por flojera o por una promesa
o porque no tenés para mirarte al espejo porque ya no te gusta mirarte al
espejo. ¿Puede la cola o la larga cabellera significar algo más que la
apariencia? Los ancestros creían que la larga cabellera era la antena satelital
al sol y que con las largas melenas te conectabas con el cosmos más fácilmente.
Killed the czar and his ministers, Anastasia screamed in vain… Los samuráis consideraban una afrenta
al honor el troceo del aquelarre. Porque los hombres no son vanidosos si no
marxistas, narcisos. Se miran a sí mismos al espejo porque solo están
enamorados de sí mismos. Hacé el amor consigo sismo. Así dice
mi novia de ahora a sus amigas. O mi amiga de sexo casual. Cuando le pegan las
ganas de mí. Y todavía. Figúrese. Ya no me sorprende tanta vanidad. Es que cuando
era un chico de 9 unas peladas peruanas de 16 y 14 abusaron de mí en un sillón
mientras veía los picapiedras y ya para siempre me sentí objeto de placer en la
cama para las mujeres. Les gustaba mi voz o mi labia aunque casi nunca hablo
con nadie porque no me gusta que sepan qué estoy pensando. I
watched with glee while your kings and queens fought for ten decades for the
gods they made… Ya en este mundo no hay privacidad ni para los pensamientos. Será
por eso que ando siempre con mis audífonos, para que nadie me imponga su forma
de ver el mundo. Porque la belleza es simplemente algo bello. Si no pregúntenle
a nico. Tan bello ese carnet que dizque según los azulados del liceo solo sirve
para meterse pasta blanca en el comedor a falta de cubiertos. I
shouted out who killed the Kennedys? When after all it was you and me… ¿Se
necesita carnet para ser taxista? I was born in a cross-fire hurricane
¿Atracan mucho de noche? And I howled at the morning driving rain ¿Y
si tuviese taxi, saldría sólo de día? I was drowned, I was washed up and left for
dead ¿Con besos se puede pagar un taxi? I fell down to my feet and I saw they bled ¿Le darán a uno una mamada por llevar
y traer a ésta chica del terminal a su casa sin que su madre se entere? I was frowned at the crumbs of a
crust of bread ¿Y
si al llegar a su casa resulta que está sola con su hijita nada más? I
was crowned with a spike right through my head ¿Y si no tiene como
pagar, me llevará a su cama? No lo sé, vea. I'm Jumpin' Jack Flash It's a
gas, gas, gas… A
mí me llaman para que entregue tragos a domicilio y con eso se consigue algo de
dinero para las medicinas que mi vieja necesita. Para hacer esa vuelta me basta
con mi bicicleta. ¿Quieres que te lleve a tu casa? Por el barrio anda un carajo
con sida contagiando a todas las chicas bonitas. ¿Para qué carajos quiero yo
salir de rumba o ir a tocar la guitarra y hacer la de chicharra para calmarle
el juicio a otra Joan Crawford que se casará con un vejete que la buscará en
carro en la escuela y le dará mortadela de la gruesa? It´s a gas, gas, gas... Nuevos camiones en contra de la tendencia
que proclama la claridad como criterio básico para llegar a las masas: desde el
momento en que se elige el tema hasta la salida de la obra definitiva, la
realización es una constante metamorfosis. Coexistencia del audiovisual con la
tradicional oral que convierte al cineasta en portavoz colectivo y al colectivo
en portavoz del cineasta: Un combate colaborativo contra todo buen gusto,
hegemon y canon porque la función de la diferencia siempre es enmascarar todo
nivel de conflicto de intereses. Al desaparecer los límites entre sujetos,
¿cómo se podría hablar de otredad o de marginalidad? Parafraseando a Andrés:
El momento privilegiado de cualquier
situación de registro audiovisual es cuando como realizador comprendes que esa
“exclusión” te alía al pueblo. Porque ¿de dónde sale el dinero para los
juegos? “Pasados los Panamericanos de Cali seguirá progresando: pague
cumplidamente sus impuestos municipales”. En las memorias del
subdesarrollo en éste país portátil que es Latinoamérica lo que se necesitan
son taxistas que lleven y traigan de la buena. O a las buenas. ¿Capisce?
¿Querés saber la historia verdadera? Hacéte cómplice. Hacéte amigo de un
bolero, un barbero y un taxista. Como
diría el finado artista plástico Lorenzo Jaramillo en NUESTRA PELÍCULA (1993): “Esto
es como el cuento de la rubia esa diciendo tonterías”. La novela del
barrio junto a los vecinos y todo con música de Satié dibujando formas de pera.
Meneando la cabeza. “Habrá que filmar los comerciales también para que no interrumpan
nuestro lenguaje con su estética”. Cuestión de gustos. Usted ya sabe
cómo es eso, Luis. Como las vainas esas de Mekas, Van Der Keuken y Wenders.
Claro, el karma de vivir al sur.
-
La ubicuidad, Luis. ¿Se acuerda de
Cartagena mientras se escribía a máquina y Mayolo andaba con su rumba a
cuestas? Sí, Luis. Fuera del espacio oscuro de la proyección la vida se
complica, “empieza a rebosarlo a uno, a
tallarle las incapacidades, las limitaciones, las pequeñas vilezas de la
conciencia”. ¿A poco no fue por eso que se fue para Bogotá? La dialéctica
marxista marciana y la pulsión sexual en los anales de la publicidad
colombiana. ¿O eran orales? ¿El falo como extensión o sustituto del cordón
umbilical en los varones y las niñas esperando que les salga algún bejuco de
esa abertura? ¿O será que les entre? ¿Un mojón bien grueso? ¿Cómo era que
decían, Luis Angélico? ¿Qué a mí y que me gustaban los carajitos y chiquitas?
¿O era el complejo de Peter Pan? Esas vainas freudinas, fíjese. ¿Floydianas? No,
no. El tabaco y la ansiedad. ¿Ya se le
pudo escapar a Jung? Todavía no sabemos porque para vender un jabón hay que
mostrar el culo. ¿Recuerda a Jaime Garzón? ¿Cómo era que decía cuando usted lo
entrevistó sobre la belleza? “¿Para mí
qué es la belleza? Es un golpe interior que le causa a uno un fríito en este
punto donde terminan las costillas falsas y se unen, que creo que queda ahí el
esternón. Es ese friíto. Eso es la belleza.” ¿Habrá sentido ese friíto
cuando se dio cuenta que los motociclistas esos le iban a dar bala mientras
esperaba el cambio de luz del semáforo? Los seres humanos tienden a pensar con el
culo, ¿no? ¿La postura de que todo sirve para el consumo? ¿La trivialización de
la noticia? No pues Luis, está bueno, me gustó mucho el MUCHO GUSTO (1993) ¿Ahora
ya ve porque me costaba dormir por las noches? ¿Era Mr. Arkadin de Welles lo
que había en el televisor del crítico de cine que comparaba lo que hacemos con
el fútbol? ¿No le dije que me amarían cuando muriese? Usted que coge dictado, métase
una cita aquí para que me lo tomen en serio.
Para
Adolfo Colombres “el paradigma comunicacional hoy es informativo, no reflexivo, lo que
ya de hecho mutila la tercera dimensión de la cultura: la de profundidad. No
hay tiempo para detenerse en nada, y la velocidad con que se transmite la
información no permite tampoco analizarla. Por esta vía se desdramatiza todo lo
verdaderamente dramático (…) y se dramatiza la estupidez, del mismo modo en que
se genera un falso saber que protege al receptor, o lo que queda de él, del
dolor que apareja todo saber verdadero. (…) Por esquivar el filo de las cosas y
dar una idea superficial de ellas, este lenguaje vaciado de sentidos verdaderos
deviene un neo-lenguaje incapaz de modificar el mundo, porque ha perdido todo
vínculo con la acción. Aún más, diría que sirve para entorpecer toda acción
transformadora”. (Colombres, A. (2004) pp 156 / 158)
-
¿A que no, nico? ¿Vamos bien?
¿Acaso
la cultura de masas no prefiere a un animador bufón? Fíjese que sí. Si ya hasta
la televisión comienza a presentar lacayos formadores de opinión intelectual,
esos diletantes divos que opinan sobre cualquier cosa en “una competencia por ver quién se
luce más ante las cámaras con una interpretación ocurrente, que suene educada y
elegante por más que a todas luces resulte falsa”. ¡JA! Juega
Colombia vs Argentina. Una filmación de 1997 mostraba a
Mauricio Macri en la cárcel La Picota, de Bogotá reunido con Miguel Rodríguez Orihuela.
El motivo de la reunión era por negocios, ya que Macri quería comprar el pase
del arquero colombiano Oscar Córdoba, que jugaba en el América de Cali,
controlado por el cartel. Años más tarde la prensa argentina filtraría además
los negocios entre su primo, Jorge Macri, y el Clan del Golfo. Aquella escena
quedó registrada por las cámaras de seguridad de la prisión. ¿De quién es hija
América Latina? Las cenizas del Inti. Salto de la relación trabajo, salario. Las
cenizas del Inti. Guerrilla vs paracos. Las cenizas del Inti. Carnet de la
plata. Gol de Maradona. ¿O fue Mayolo el que se cagó en la telenovela
colombiana?
-
Vaya y beba. Coja por ahí y
diviértase.
Y de
nuevo Jaime Garzón: “Lo que ellos quieren es acceder a los privilegios por su condición
humana. (…) … sufren mucho de eso porque sufren la condición de que no acceden
a primera clase en tanto que son ellos sino porque tienen la capacidad de
adquirir no sólo esa primera clase si no el avión. (…) Eso ha creado una nueva
condición de todo. De la ética. De la abundancia. A ellos les gusta mucho la
abundancia. (…) Por eso ahora en su condición de rico rápido acceden a la
abundancia y les gusta mucho. (…) Sí, han creado una estética, una nueva
estética. No sólo del arte, si no del orden. Y lo peor de eso es que eso va
camino a convertirse en un hecho de la historia mundial ajeno a la moral que es
otra discusión.”. Le da a uno como un friíto cuando escribe estas
palabras: “Nosotros nos vamos a quedar con la moral y ellos con el poder”. ¿Es
algo bello, no? Estética est Ética.
V
SINESTESIA
“La fiebre de
un sábado azul y un domingo sin tristezas
encierras a tu corazón y destrozas tu
cabeza…”
Charly García
VIERNES 3 A.M.
La
película CAPÍTULO 66 (1994) de Raúl Ortíz y Luis Ospina – filmada en Bogotá
como resultado de un taller de cine dictado por Raúl Ortiz en alianza con la
Embajada Francesa - es un ejercicio de cine puro lleno de pistas sobre una
amistad de carácter ubicuo. Está repleta de claves y hecha en video hi8 sobre blanco
y negro. Siguiendo la tradición de Los Detectives Salvajes – Ospina
monta el entramado para comprender una relación de amigos que trasciende el
tiempo y parece haber sido planificada en la juventud mientras se caminaba
cómplice. Los planos de la filmación generan una tensión que se mezcla para
generar angustias con la música del maestro Valencia y referencias directas a
la obra de una ausencia cada vez más presente. ¿Qué era lo difícil en Andrés
que ha inspirado tanto a sus amigos?
Como él mismo decía: “Yo me vine a vivir un día acá a la Ciudad
Solar porque en mi casa se me amontonaron un día problemas con mis papás, con
mis hermanas, con mis sobrinos y con sus mantecas y me pisé y estoy acá, pero
acá tampoco voy a durar mucho, ellos conviven es con el Andrés que todos
conocen y yo no quiero, el que desprecio. Yo no puedo estar mucho tiempo cerca
de nadie: ellos se han portado muy bien conmigo pero yo no puedo, ave de paso.”(9)
¿Qué noto entre las pistas que deja Ospina? ¿Por qué dejar tantas pistas? Se
trata de una invitación a leer la obra
de su amigo, su obra, casi toda su obra. Pero, ¿Qué dice su obra? ¿Por qué
sigue siendo tan inabarcable para todos? Caicedo me resulta a mí una especie de
Robert Johnson tropical que me sigue diciendo cada vez que lo leo: “Espero
que te vaya muy bien en todo amigo”.
Andrés,
en una carta a Mayolo, le decía:
“Escribo esta carta pues, tal vez a
manera de explicación, de aproximación a ciertos comportamientos, tal vez como
quien no descubre sino que una vez confirmado comunica síntomas, que puedan
servir a una comprensión y a un "soportamiento" de la persona
cercana, que no incluya el concepto cristiano de la paciencia, de lo que hay
que hacer en vistas de algo peor, que si no hacemos esto no va a poder resultar
LO QUE HEMOS PLANEADO y nos vamos a hundir en la desesperación, etcétera. Por
soportar quiero decir que si no se comprende no se reaccione de una cómo reacciona
todo el que no comprende: agrediendo; la cosa se torna más compleja cuando el
que no comprende se sabe más fuerte (más organizado) que el incomprendido. (…) Yo
nunca voy a pertenecer a eso, yo nunca voy a ser ni escritor, ni cineasta, ni
director de cine famoso. Lo único que yo quiero es dejar un testimonio, primero
a mí de mí, luego a dos o tres personas que me hayan conocido y quieran
divertirse con las historias que yo cuento, aunque sean familiares míos, no
importa, pero trabajar, escribir aunque sea mal, aunque lo que escriba no sirva
de nada que si sirve para salir de este infierno (ja ja) por el que voy bajando,
que sea esa la razón verdadera por la que he existido, por la que me ha tocado
conocer (aunque de lejitos) a la gente que he conocido. Sé, comprendo, lo
acepto, que es verdad que mi presencia no siempre produce ARMONÍA (¡qué palabra
ésta!) ni orden ni coherencia, porque da la razón de que por lo general la
gente que trabaja conmigo esté más definida, no importa que también recuerden SU
INFANCIA y digan que fue lo único que vale la pena, lo único dónde uno estaba
seguro, es decir andaba por la calle absolutamente desprevenido de su libertad
y de su belleza, no importa que se tengan esos problemas, que por lo general
son comunes. Parece ser que la gente no me soporta, y las razones que ustedes
dan a mí no me satisfacen, por lo cual digo que como la gente me ve son meras
apariencias, perdón por usar este vocablo "gente" muy equívoco, el más
usado y el más significante de la tendencia "la gente contra mí”, por lo
demás muy gratuita y muy falsa, vos decís que le caigo gordo a todo el mundo,
es decir, al mundo tuyo en el cual yo me he incluido o al mundo en el cual nos
hemos entrometido haciendo la película, sé que dentro de todo eso hay algo en
mí que no funciona. Sé que necesito un poco de retiro, de pensar mucho, sin ser
observado, y sobre todo tener tiempo de escribir en paz, hermano, para mí es
imposible escribir teniendo culebras de nivel inmediato con la gente, YO ANTE
TODO, CUANDO ESCRIBO LO QUE HAGO ES RECORDAR, no solucionar problemas del día
ni nada de eso, ni desquitarme, aunque el estado de ánimo más propicio en mi
caso, sea la tristeza, no digamos nostalgia, la tristeza, la imposibilidad, la
conciencia de pérdida, etcétera.… (…) Yo por ejemplo no puedo entender que de
pronto me hables cosas como "tu verdad y nuestra verdad" con ese
desprecio con que lo decís y que luego, a los pocos minutos, uno se tenga que
olvidar del desprecio que se te vio en la cara, es decir, uno tiene que ser
como un colador, no entiendo porqué, cuando vos me veas que yo te hable así
quiere decir que hasta aquí no más. Cuando veas que te hable con ese desprecio
con que vos me hablás a ratos quiere decir que te he comenzado a despreciar y
que impajaritablemente no se pudieron conciliar intereses comunes, aptitudes.” (10)
Dice
Sandro Romero Rey en su tesis doctoral sobre la tragedia griega en Colombia
presentada a la Universitat de Barcelona: “El destino tiene una doble acepción que
indica, por un lado, una dirección, un lugar al que hay que dirigirse. Y, por
el otro, aspira a una idea en connotaciones metafísicas, en las cuales el ser
humano estaría cubierto por una variante de la predestinación en la que sus
pasos se determinarían por un libreto previo del cual es imposible salirse. El
destino, al parecer, estaría estrechamente vinculado a la idea de la tragedia,
hasta el punto de que cierta definición de género la considera como la lucha de
hombres, titanes o dioses, tratando de zafarse de las leyes inexorables en las
cuales estaría condenado a sucumbir.”(11) El destino es una sensación
secundaria o asociada que se produce en una parte del cuerpo a consecuencia de
un estímulo aplicado en otra. El destino es una figura retórica que consiste en
la atribución de una sensación a un sentido que no le corresponde. Un
predestinado percibe de manera involuntaria correspondencias entre tonos de
color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores y colores. Las experiencias
no son meras asociaciones, sino percepciones, y los estados depresivos tienden
a aumentar la intensidad de las sensaciones. Esto no tiene cura porque
no es una enfermedad. Asociar
el color amarillo al número 7, por ejemplo. O el gris al seis. Van Gogh decía
que no había colores sino diferentes tonalidades de grises. Algunos predestinados
ven colores cuando escuchan música, otros pueden sentir literalmente el
"sabor" de las palabras. Las investigaciones acerca de la incidencia
de la sinestesia – predestinación - en las familias sugieren que se trata de un
rasgo dominante ligado al cromosoma X, un don femenino ligado a la madre por
herencia que se da con más frecuencia entre los autistas varones. Wikipedia. Como
Andrés decía a Rosario, su hermanita: “No tengo piel”.
-
Patricita, ¿acaso no te diste cuenta
que la niña Lemus sólo era una metáfora para explicarte que así te veía yo,
chiquita, pequeña, como niño enamorado perdido en tus brazos, cuando vos te
empeñabas en provocarme tristeza porque disfrutabas de eso saliendo con cada
jetón que se te atravesaba? ¿Y sí disfrutabas de eso? ¿Y si disfrutabas de eso?
¿Se comunicaba en secreto Mayolo contigo por teléfono? ¿Habrá mordido esa
caminata con Utte tan ficticia? “¿No hay
destinos felices en la tragedia?” Patricita. Patriecita.
Cali. Madera. Olorosa a jazmín y café. Quizás debías contar su historia a
nuestro modo, Luís Angélico, para dejar a tus amigos atrás.
¿Andrés
percibía amenaza en el mundo al que enfrentaba con su creación artística? ¿Se
hizo consciente de su conflictivo inconsciente? ¿Fue el tratamiento
psiquiátrico anulador de las capacidades creativas - propias de su
conflictividad interior - con esa cantidad de pepas las que lo llevaron al
suicidio? La comunicación que pretendía llevar a cabo con sus amigos a través
de sus escritos no fue efectiva porque todos los mensajes fueron ignorados. Por
eso, quizás, Luis – cultor de su obra - siempre vuelve a Casa: Caicedonia.
VI
CASA
«¡Sí, mucho amo al Cauca, aunque es
tan ingrato con sus propios hijos!»
Jorge Isaacs
Escribe
el caleño Jorge Isaacs en María, la
dulce, tierna y trágica gran novela romántica latinoamericana del siglo XIX
postindependentista: “Así el cielo, los horizontes, las pampas y
las cumbres del Cauca, hacen enmudecer a quien los contempla. Las grandes
bellezas de la creación no pueden a un tiempo ser vistas y cantadas: es
necesario que vuelvan a el alma empalidecidas por la memoria infiel.” Con
ese sentimiento comienza la serie a
10 capítulos “CALI: AYER, HOY, MAÑANA” (1995), subrayado con la música de
cámara nostálgica, intensa, tan de emociones caucanas del Maestro Valencia.
Luis Ospina, sí, vuelve a casa. Siempre vuelve a casa. Destinito Fatal. Es que
cuando Cali se fundó, se hicieron liturgias propias de Semana Santa. Los curas
eran tan ignorantes que lanzaron la acción ocho días antes. ¿O fue la
belicosidad de los indios? Bueno, la cosa es que no había desarrollo productivo
por el régimen de haciendas – se había exterminado a la población indígena y se
sostenía la economía en torno a la esclavitud de africanos - y el crecimiento
demográfico tenía más bien características rurales. Precisamente, ese
crecimiento ruralizado, hizo que emergieran distintos centros poblacionales o
caseríos alrededor de un cruce de caminos al centro, donde hoy se constituye la
ciudad. Desde su fundación – en 1536 – hasta el primer tercio del siglo XX, no
tuvo nunca más de 30 mil habitantes. El mismo poeta Porfirio Barba Jacob se
refería a Cali como “un garaje con obispo”. Al ser cruce de caminos, el
mestizaje se movió del campo negro al centro blanco. En Cali, todo era lento
hasta que se desarrolló – “en el primer día del primer mes del primer año del
siglo” XX – el ingenio azucarero que trajo la llegada de la luz y el agua hacia
el centro de ese cruce. Fue la mano de obra negra, las mulas, los bueyes y las
carretas quienes trajeron toda esa maquinaria - fabricada en Escocia - atravesando selvas
puesto que no había carretera bien trazada. Santiago Eder sería el responsable
de tamaña empresa. Azúcar, diría Celia Cruz. El ferrocarril no llegaría hasta
1915, trazado por el ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros (¿Se
relacionará con los mismos Cisneros del emporio?) La dulce picardía de Caliwood
sigue presente: utilizar el testimonio de un entrenador tenista negro para
decir “antes había más agricultura” hace desternillar de la risa
hasta a los incluso menos entendidos, esos que piensan todavía que la
electricidad es cosa del demonio. Es que la historia del terruño caleño está
contada por Ospina así como cuando se
camina con un amigo, informalmente.
-
“Oiga, la persona que te conoció acá en Cali, que caminaba junto a vos
por la Avenida de las Américas, hablaban de cine hasta dos cuadras seguidas, se
callaban hasta 20 pasos, se sentían incómodos de estar callados, digo, sentían
que no se sentían con la suficiente confianza como para aspirar al silencio
mutuo.” (12)
Y
Cali cambia y cambia. Destruye el camisón de fuerza del entramado colonial para
darle paso al “progreso” capitalista, la máquina que moderniza la agricultura,
la inmigración desde otras zonas de Colombia, huyendo de la violencia que se
extrapolaría intensamente luego de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán. Todo esto
la convirtió en la segunda ciudad con el mayor crecimiento en todo el
continente, pero al mismo tiempo la fue dejando sin memoria. ¿Y contra qué
atenta realmente el capitalismo cuando se impone a sangre y fuego en una
región?
-
Por eso Luis Angélico se puso a
salvar la cuna con la serie porque es que vienen los cineastas extranjeros y van y se llevan
todos los dólares que monopoliza el gobierno y que ofrece a cambio de
propaganda, ¿Hola, ve?
En el
cine ensayo de Ospina no se expresa lo político en el argumento, si no en la
estructura – o más bien desestructura - del film. Cada capítulo inicia con el
final. Así se desarrolla toda la obra del cineasta caleño: avanza hacia un
adelante que se bifurca y esa bifurcación termina generando curvas en la
historia que al final se encuentra con todas las demás bifurcaciones de todas
las otras historias en una sola punta que está en el comienzo. Cada capítulo de
su obra - de ya más de 47 años - termina
sugiriendo el tema del siguiente, lo que permite una relación dialéctica y
cronológica con el espectador, fraternal y directa: Luis le habla a quienes le
conocen, a su gente, a sus fantasmas, a los ausentes presentes perennemente, a
los pocos buenos amigos. No denuncia, deja que el entramado mismo estimule a
los espectadores a pensar, a reflexionar y sentir la melancolía y nostalgia que
él mismo sufre y goza. La guía es la música, en su mayoría caleña, colombiana.
-
Porque si “el paso al progreso
capitalista” me va quitando los referenciales lugares de mi memoria, me quedan
las personas que me cuentan los hechos porque la historia son los hombres, con
todas sus risas, con todas sus lágrimas. Luis se levanta en joda como si se
despertase de una urna cual vampiro sobre fondo rojo y mira la cámara de Oscar
Bernal para interrumpir una conversa de tragos y servirse otro. ¿Lo pilló? Eso
es ser caleño en Caicedonia. Y como según Umberto Valverde toda ciudad es una
utopía hecha de nostalgias porque uno va siempre caminando en lugares que ya no
existen realmente, pues pongamos también nuestro ladrillito no vaya a ser que
terminen tumbándonos de nuevo y dejándonos esa desazón. O al menos evitemos que
se haga costumbre porque el intelectual debe evitar quedar reducido a
especialista que no corre riesgos y cuyo pensamiento no es sino un ensamblaje
permanente de textos ajenos con citas muy bien citadas para que nadie sospeche
que hace antropofagia. Collage. Claquette. Caribe, vea. No se me afrancese.
Bonita la frase de Sandro: “Quemarse el
coco y no poder dormir nunca”. ¿Sublimar las cosas a través de la
literatura? ¿De la pintura? ¿Quemaron el kiosko Cayzedo del Parque epónimo para
que no hablasen los comunistas de ahí? No todo es Caicedo, mijo. Aunque
pareciera que el autor de este texto escribiese con el muerto al lado
dictándole las palabras. Fíjese en los artistas plásticos de Cali – algunos de
esos que transitaron por Casa Solar - donde todo es un drama permanente en
perpetuo performance. Este carajo no hizo el mandado completo. No consiguió mis
ficciones todavía. La clave real, Oiga… La clave real está en el cemento. La
bolsa. ¿Entiende? Lo que pasa es que Andrés está jugando con usted. Construyen
y construyen urbanismos, no como paso al progreso… Están lavando dinero.
En
palabras de Rosemberg Sandoval: “El arte hoy es un puñal lumpen. El arte hoy
es un cadáver eterno”. Y es aquí donde se nota una de las principales
características del trabajo audiovisual de Luis Ospina: el mensaje es actual,
sigue estando vigente, porque el sueño no cesa a pesar del caos y el tiempo. Remasterización.
Caso curioso a resaltar en esta serie – para efectos venezolanos de color local
- y que apenas fue sugerido: El presidente Mallarino, tristemente conocido por
ser el traidor colombiano que suscribió el tratado del 12 de diciembre de 1846,
entre la República de la Nueva Granada y los Estados Unidos - Tratado de Paz,
Amistad, Navegación y Comercio – que trajo como consecuencia la intervención
militar yanqui del Istmo de Panamá y la posterior separación de Colombia y
Panamá por 25 millones de pesos. Este personajillo - fundador del partido de
los ministeriales, unión de retrógrados y santanderistas disidentes – se dice
que fue “la muerte” que se llevó a la musa de Jorge Isaacs, María Mercedes
Cabal, cuando el escritor estaba en Bogotá sacando bachillerato.
-
Y nunca lo terminó. Se tuvo que venir
a casa de regreso y rapidito para salvar los negocios agrícolas de la familia.
Todo totalmente infructuoso. Ella se estaba bañando en las orillas del río,
usted sabe que a las primas se les arrima, ¿no? Es que los caleños son tan
vagabundos y vagabundas. Escuche la radio, vea. Fíjese en esta nota, sacada de
una carta que Andrés me mandó, el año en que andábamos filmando aquello que no
terminamos, todo eso que precedía al gótico tropical audiovisual en ciernes:
“De eso es lo que trata esa cita de
Breton que hay en el libro sobre Buñuel: LO MAS ADMIRABLE DE LO FANTÁSTICO ES QUE
LO FANTÁSTICO NO EXISTE. TODO ES REAL. O sea: que a pesar de que todo es real, existe
lo fantástico, una modalidad expresiva que no se nutre ni de la inteligencia,
ni de la razón sino del puro dato objetivo, proporcionado por lo real, es
decir, por lo único que hay, y que está allí no para negar la realidad sino para
enriquecerla, en el sentido que hace más habitable el irremediable mundo que
aún nos queda por conocer. (…) te debés venir a vivir acá a Cali, si lo de la
Compañía ya es un hecho adoptá actitudes radicales y decí no hago una cuña más
en Tabogo y me piso, y si crees que podés convivir de frescura con Hernando y Mirta
pues venite a vivir a Ciudad Solar, acá de todos modos se come, para comer el
Cine Club da, y si llega un día y yo me voy vos te podés encargar del Cine
Club; y la compañía y todo, y las cuñas que hacés acá hermano, y además que
provoca respirar, provoca mirar hasta lejos, provoca hacer películas de
matanzas y de gente colgada de los pies y de testigos diciéndole que lo dejan
colgado de los pies apenas, que no lo matan para que le cuente a sus amigos lo
que han hecho con toda su familia, carretas como esa.”(13)
VII
ESPEJO
“Ella era tímida y un poco caprichosa, pero toda una
señorita decente”
Luis Ospina
ASUNCION
¿Cómo
se construye un sujeto colectivo? ¿Metiendo a los cuerpos de paz en Colombia a
enseñar a los campesinos a sembrar marihuana? Voz en Off. Claro. Ya voy
cogiendo la clave. Andrés echado en cama atendido por Florencia se levanta
sobresaltado: PURASANGRE (1982). Mayolo muerto en la cabaña engullido por la
protagonista: CARNE DE TU CARNE (1983). Si hasta parece que toda la historia de
Caliwood la generaron alrededor de un triángulo amoroso entre amigos. Es
difícil para alguien con Asperger captar el doble sentido caleño, humor pesado.
Como el mismo Andrés diría a Ospina: “…si yo no fuera sólo la represión que me
han hecho, ninguna libertad, sólo represión, ninguna expresión propia que
atestigüe la lucha, la ganancia, nada: mi única expresión es la represión, es
decir, lo que no me dejaron ser, mi cobardía.” (14)
-
¡Esa espinita que tiene en el corazón
trátela con música! (jaja) ¡Fíjese Luis, teníamos en Cali un diario llamado El
Ferrocarril y todavía no teníamos tren!
Si, Luis, la vaina es que yo andaba como jugando posición adelantada.
Respóndame algo: ¿Ud. cree que si yo no me hubiese tomado todas esas seconales
usted hubiese llegado a la televisión del pacífico a hacer escuela? “Cómo le dijera hermano, para mí el problema
no es imaginarme a la mujer que amo cagando, el problema es que ella me imagine
cagando a mí, y peor todavía, que viviendo juntos ella sepa más o menos a qué
horas es que cago, cuánto me demoro, etcétera.(15) Mándale saludes a todas las
peladas. El acto sexual es una tarántula enloquecida. Las mujeres no tienen
alma y son huecas.”(16) Ay, Luis
Angélico! Poco más de 90 minutos para las pendejadas que ya te dije antes mientras
caminábamos por Las Américas. LA DESAZÓN SUPREMA (2003) estaba en EL
ATRAVESADO. Una cosa tácita. ¿La tacita y el baúl de los recuerdos, se dio
cuenta? Todo ese montón de espuma en los ríos y quebradas de Calicalabozo. Y todo
hombre es un muerto que anda mirándose a los espejos, decía el viejo Euclides.
Jean Rouche decía algo así también como que todas las películas se construyen
en el contacto con los “miedos ambientes”. Ah, no. Eso lo digo yo, partiendo de
sus palabras. Es que también he sido
viajero solitario que descubre lo que ha buscado con tanta insistencia, “la facultad de “distancia intima” con el
mundo y los hombres”. Canibalismo preventivo como sistema de defensa ante
la traición en ciernes. ¿O es que acaso esta nación de infundios no se fundó en
torno al cuento que la Malinche contaba? Negación de la negación que afirma. Patricita,
¿está linda la mar? Rico.
La
política es un grosero marketing en Latinoamérica. Votar es como decidir donde
se comprará comida hoy: a ver ¿dónde serán más baratos los granos? ¿Allá en la
esquina dónde el gordo Calula o allá frente a la licorería donde el panzón
Edward? ¿Quién me regalará café hoy? Pura mezquindad, ¿si ve? En Colombia, el
cine político no se escapaba a esto. Se quería hacer antropología
cinematográfica pero no se tomaba conciencia que la antropología era la ciencia
imperialista por excelencia. Por ejemplo, vea usted: Los evolucionistas planteaban
la unidad psíquica de las especies y la invención independiente, una unidad
psíquica que quiere decir que todos somos iguales y, por tanto, todos los
pueblos serían civilizados. Métodos comparativos, pues. Los difusionistas, en
cambio, partían de la idea de que todas las culturas tuvieron una cultura
origen y, cómo una piedra que se arroja en laguna tranquila, la cultura se
trasladaba del foco a otros focos, como en ondas culturales, por rebote,
proviniendo todo de una cultura dominante. Los funcionalistas tenían esta
visión etnohistórica donde se entendía que
o bien todo bailaba en una especie de sincronía, o bien todo generaba
diacronía puesto que de pueblo a pueblo hay diferencias, así como también
lugares visibles y – hoy día – los no lugares urbanos, por ejemplo, un cajero
automático que ha dejado de funcionar porque la noche anterior recibió muchas
pedradas. Un no lugar, ¿si ve? Por tanto, ya no sería posible esa pretensión de
querer transformar las “culturas salvajes” en “culturas civilizadas”. Eso sería
imposible. Sobre todo si no se toma en cuenta las relaciones hombre-naturaleza.
A menos que jodas todo el paisaje de una comunidad. Algo así como borrar la
memoria y “aquí se piensa como decimos nojotros”. Parafraseando a Fernando
Vallejo: se habla de evolución de la especie sin definir exactamente que es una
especie. ¿Especia? ¿Orégano? ¿Hinojo? ¿Ajo? ¿Conciencia del deber social? ¿Si
se comprende? El egoísmo impide el acto altruista. El egoísmo siempre será
anacrónico. El egoísmo siempre conduce DE LA ILUSIÓN AL DESCONCIERTO (2007).
-
¿Será por eso, Luis Angélico, que los
bogotanos con Gustavo Nieto Roa nos tomaron ventaja con Aura o las violetas
(1974)? ¿Esposos de Vacaciones (1978)? Ni Carlos ni Patricita lo comprendieron
sino después, ¿no? Mucho banquete, mucha droga, mucha cana al aire. ¿Siempre
repitiendo el mismo cuento, no? ¿FOCINE
con gerentes que no sabían ni venían del cine? ¿Fui muy impaciente?
¿Cinemujer? ¿Aquí clavo yo la espada donde la clavó Simón? ¿Cómo sería follarse
a Rosa Luxemburgo? ¿Cómo era que decía Mayolo? ¿Términos psicoanalíticos?
¿Colombia es una provincia? Universo de
provincia o provincia universal con actores naturales a lo Gaviria (ja ja)
¿Cómo era que decías vos? ¡Una mierda! Quisiera
escribir un poema: aquí estoy yo solo a la salida del cine y quisiera
encontrarla a ella.
El
nivel reptiliano es un nivel instintivo de cuando el ser humano actúa
inconscientemente. El nivel límbico es un nivel emocional de cuando el ser
humano actúa desde los sentimientos, subconscientemente. El nivel de la razón
tiene que ver con la conciencia. Los hemisferios. Saberse en los hemisferios. El
“yo” hemisferios en el cerebro. Izquierdo. Derecho. El ojo y el oído como
mediación en la escenificación de la realidad generosa. Olorosa. La verdad se
sabe en los olores. En el olor están las experiencias, las percepciones, las
vivencias, las imágenes mentales, la memoria. Sea ésta inmediata – esa que va
sobre cosas que suceden o sucedieron hace poco, por ejemplo, ¿Qué desayunaste?
-, o de mediano plazo y largo – esas que sucedieron hace mucho y marcaron el
subconsciente-. La memoria modela estereotipos, crea prejuicios y forma arquetipos.
De seguirla, conseguís que las actividades de un individuo denotan (o detonan)
o definen un comportamiento y dibujan patrones de conducta. Ese mundo de cosas,
de personajes, fenómenos, acontecimientos se retienen, reproducen y provocan
una reacción que es a la vez sincrónica y diacrónica. Todo etnógrafo
audiovisual o etnografiado comparte una antropología donde ni estudiado ni
estudiante – o lo que es lo mismo, investigador e investigado – puede quedar
reducido a mero objeto ni migaja ni pista. El todo que representa el movimiento
que genera toda esta “cinematografía” memorística activa la búsqueda de
conocimiento que quizás sea la única forma efectiva de destruir la relación
dual jerárquica propia de todo colonialismo. En palabras de Mayolo:
“¿Por qué este atavismo de regresar
al origen de las historias, a la nostalgia, a los mitos, a los lugares donde
aún los recuerdos están adheridos? ¿Qué fuerza extraña nos lanza como los
elefantes a buscar el sitio, no para morir sino para empezar? ¿Por qué esa
fuerza antropológica y etnográfica nos remite acaso visceralmente a nuestra
cultura y a nuestras raíces, como la única certeza y razón de saber que en
nuestros lugares y con nuestra gente vamos a encontrar una estética novedosa? (…)
El volver a casa es un repliegue estético que se hace sin sospechar en la serie
de dificultades y avatares que pueda tener el “cineasta en su casa",
actitud que acarreará innumerables dificultades, con problemas absolutamente
opuestos a los derroteros de esa fuerza estética que nos hizo regresar como
elefantes viejos.(…) …nuestro dedo índice parece haber estado metido en un
sacapuntas del disco telefónico, haciendo llamadas a Bogotá para dejar razones
a Zutanito de que consiga a Perencejo a ver si quiere trabajar en una película
que estamos haciendo que llame, que lo necesitamos. La razón nunca llega,
nuestro hombre no llama y cuando los azares han sido tan grandes y la cuenta
del teléfono va cercana al precio de un tiquete de avión a Bogotá, decidimos
tomar éste para reemplazar la llamada telefónica y llegamos a Bogotá húmedo,
sólo para firmar un papel o llenar un requisito a traer las benditas luces que
nos hacían falta… (…) A duras penas, una piscina vacía en Sasaima, llena de
maleza.(…) quizá sólo tenga el indígena el recuerdo de aquel señor rubio que
los filmó mientras bailaba algún ritual.” (Mayolo, C. (1962) "Universo de
provincia o provincia universal." Caligari: cine y fotografía (Cali,
Colombia), vol. I (Junio 1982): 14- 15.)
-
Luis Angélico, ¿era UN TIGRE DE PAPEL
(2007) el constructo collage que te inventaste para hablar sobre todo eso que
hicimos y planeamos mientras bajábamos por Las Américas y soportábamos todos
esos silencios incómodos? ¿El manifiesto político definitivo de Caliwood, el
recuento de nuestra revolución estética? ¿Sociedad de Artistas y Trabajadores
Unidos para la Liberación Eterna? ¡SATUPLE! ¡El Putas! ¡Es un autorretrato! (ja
ja) Sabe… todavía “me saludan, les
sonrío, me empujan, les huyo, me preguntan, les respondo, me niegan, los evado,
se despiden, me despido. Ellos se van acompañados. Yo me regreso solo. Hay
varias maneras de comerse a una persona. Empezando porque debe ser diferente
comerse a una mujer que comerse a un hombre. Yo he visto comer hombres, pero no
mujeres. No sé si me gustara ver comer a una mujer alguna vez. Debe ser muy
diferente. Lo que yo por mi parte conozco, son tres maneras de comerse a un
hombre. Se puede partir en seis pedazos a la persona: cabeza, tronco, brazos,
pelvis, muslos, piernas, incluyendo, claro está, manos y pies. Sé que hay
personas que parten a las personas en ocho pedazos, ya que les gusta sacar
también las rodillas, el hueso redondo de las rodillas, recubierto con la única
porción de carne roja que tiene el ser humano. La otra forma que conozco es
comerse a la persona entera, así no más, a mordiscos lentos, comer un día hasta
hartarse y meter el cuerpo al refrigerador y sacarlo al otro día para el
desayuno, así. Como comerse un mango a mordiscos.”(17)
¿Cómo
se construye un sujeto colectivo? ¿Un sueño? ¿Metiendo a los cuerpos de paz en
Colombia a enseñar a los campesinos a sembrar marihuana? ¿Las causas del
derrumbe del sueño utópico de esa primavera de los 60’s sí están en el mismo
sueño? ¿Era mucho peso para esa generación de hippies toda la práctica jerarquizada
de las distintas organizaciones de izquierda que se trastoco en autoritarismo y
centralismo “democrático”? Todo un neologismo capitalista ése “centralismo”,
fíjese. Y que no se advirtió – en su momento – desde su aparición, como fruto
directo de la explotación del hombre por el hombre, de la mujer por el hombre,
del hombre por la mujer, etcétera. Vea lo que hoy pasa en Venezuela y en qué
terminó el proyecto de Chávez. Pero como dice un amigo: “… la vida es extraña, la
política es irónica, la fortaleza de maduro es también su debilidad. Así como
el individualismo, el egoísmo, bloquea su derrocamiento, de la misma manera
impide su defensa activa, lo transforma en un huérfano. Todavía quedan huellas,
reliquias de la época cuando fuimos una verdadera sociedad. Es suficiente para
un renacer.”(18)
Luis Ospina, hablando de su película más reciente TODO COMENZÓ POR EL FIN (2015) parece confesarse en esto: “La película, entre otras, cosas, es sobre la autodestrucción. La autodestrucción a corto plazo, que fue la vida de Andrés Caicedo, y la autodestrucción a largo plazo que fue el caso de Mayolo. (…) Ya no era una película sobre el pasado, ni una visión nostálgica sino que se volvió una “nostalgia crítica” (…) … hecha con un pie en la tumba por así decirlo. Desde luego esto hizo más obsesiva una obsesión constante mía que es la muerte. La muerte que siempre he asociado con el cine”. (19)
Luis Ospina, hablando de su película más reciente TODO COMENZÓ POR EL FIN (2015) parece confesarse en esto: “La película, entre otras, cosas, es sobre la autodestrucción. La autodestrucción a corto plazo, que fue la vida de Andrés Caicedo, y la autodestrucción a largo plazo que fue el caso de Mayolo. (…) Ya no era una película sobre el pasado, ni una visión nostálgica sino que se volvió una “nostalgia crítica” (…) … hecha con un pie en la tumba por así decirlo. Desde luego esto hizo más obsesiva una obsesión constante mía que es la muerte. La muerte que siempre he asociado con el cine”. (19)
-
Querido
Luis Angélico. “Puede ser una tarde con estrellas. La tarde se parece a mí. Soy un
hombre melancólico. Soy un poeta. Cuando tenía 12 años fui a mi primera fiesta
y fue cuando me tocó bailar por primera vez en mi vida. Me fue muy mal. No me
cogió el paso. Me dijo: no le cojo el paso y me dejó allí. Y yo fresco. Pero yo
ahora pienso que si me hubiera cogido el paso ahora yo sería bailarín y no
poeta. Hay gente que puede ser poeta y bailarín al mismo tiempo. Pero yo no
puedo. Yo soy un hombre melancólico. Puede ser la luna a mis espaldas.”(20) Escucho
lejos aquel diálogo que nos ha acompañado toda la vida. La de aquella canción
de cuna. ¿Recordás, Carlos? A ver, al unísono…
- Señora Santa Ana ¿por qué llora el
niño?
- Por una manzana que se le ha perdido.
- Dile que no llore que aquí traigo dos:
una para mí y otra para vos.
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FILMOGRAFÍA
DE LUIS OSPINA
1964 - Vía cerrada
1970 - Acto de fe
1971 -
Autorretrato (dormido)
1971 - ¡Oiga
Vea! (codirección con Carlos Mayolo)
1972 - El
bombardeo de Washington
1973 - Cali:
de película (codirección con Carlos Mayolo)
1975 -
Asunción (codirección con Carlos Mayolo)
1978 -
Agarrando pueblo (codirección con Carlos Mayolo)
1982 - Pura
sangre
1985 - En
busca de María (codirección con Jorge Nieto)
1986 - Andrés
Caicedo: unos pocos buenos amigos
1987 -
Antonio María Valencia: música en cámara
1988 - Ojo y vista:
peligra la vida del artista
1988 - Arte sano
cuadra a cuadra
1989 - Slapstick: la
comedia muda norteamericana
1990 - Adiós
a Cali
1991 - Cámara
ardiente
1991 - Al pie
1991 - Al
pelo
1991 - A la
carrera
1992 -
Nuestra película
1993 - Autorretrato
póstumo de Lorenzo Jaramillo
1994 -
Capítulo 66 (codirección con Raúl Ruiz)
1995 - Cali:
ayer, hoy y mañana
1997 - Mucho
gusto
1999 - Soplo de vida
1999 - Making of La
Virgen de los sicarios / La Vierge des tueurs
2003 -
Video(B)art(h)es
2003 - La
desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo
2007 - De la
ilusión al desconcierto
2007 - Un
tigre de papel
2012 - Los
Echavarría: un retrato de familia
2015 - Hay que ser
paciente
2015 - Todo
comenzó por el fin
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NOTAS
(1): Rafael Ramírez – Ex Presidente de
PDVSA
(2): Declaraciones de Carlos Andrés
Pérez en diciembre de 1993
(3): El Atravesado – Andrés Caicedo.
Cuento.
(4) - (7): Luis Ospina – Entrevista a Black
María, Escuela de Cine. https://textosblackmaria.blogspot.com/.
En la página se lee lo siguiente: De una serie de borradores encontrados y
transcritos a mano, luego de una entrevista hecha por Enrique Ortiga y Augusto
Bernal, para el Departamento de cine del Museo de Arte Moderno (M.A.M) en abril
de 1982, inédita hasta hoy y recogidas algunas notas para una edición de la revista de cine Arcadia va al cine, las
hacemos públicas, con notas al margen inexistentes y regresadas a la memoria de
los lectores.
(5): Decálogo de Werner Herzog - http://www.haciendocine.com.ar/node/41214
(6): Entrevista a Andrés Caicedo.
Febrero de 1977. 8 días antes de su muerte.
(8): Bolívar – Alejandro Castro. Poema.
(9) – (12) – (14): Carta a Luis Ospina. Cali.
5 de noviembre de 1971.
(10) – (13) – (15): Carta a Carlos
Mayolo. Cali. 13 de enero de 1972.
(11): Sandro Romero Rey. Género y
Destino: La Tragedia Griega en Colombia. Tesis Doctoral. Universidad de
Barcelona. Se consigue el texto en PDF que gentilmente se ha dejado para descargar y
estudiar.
(16): Carta a Ramiro Arbeláez. Houston. Junio
9, 1973.
(17): Canibalismo – Andrés Caicedo.
Cuento.
(18): Toby Valderrama.
(20): Voz en Off. Andrés Caicedo. Poema.
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BIBLIOGRAFÍA
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https://www.luisospina.com/sobre-su-obra/entrevistas/
- Álzate, G. (1997) Arizona State University. Revista de estudios colombianos, No. 17, 1997.
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Ospina. Siglo del Hombre Editores. Cali –Colombia.
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